Y no tanto por la temperatura, que tampoco es tan alta hoy, sino por las heridas causadas. Año tras año, cuando llega el momento del cambio de estación y por tanto el cambio de calzado... también llegan las heridas causadas por el mismo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-kzjk6BCtQKONEitMD5nUMZs2YNZOkxm-4vkeZxAHbliOBXdARZO3NplWhfpAx6NWyui7boUD0X0QEDdrklA6KU53yI_5pRYYMGm-NB48SAf7GFeQT7AwIW95e44lGRAwo1ioO19fJghI/s400/paseo30marz.jpg)
Y no sólo por el zapato nuevo, lo cual es normal. También por el viejo, conocido, arrugado... una que tiene la piel un pelín sensible... Y andando, andando... estos días he llegado a poner sandalias, y pasando por el paseo me he dado cuenta de que a los árboles (los de hoja caduca) aún no les ha salido hoja alguna...
![](http://4.bp.blogspot.com/-GYmN7EBf0nM/T3VxnRE3bYI/AAAAAAAAJS4/AZdxifXeYy4/s400/zapato30marzArbol.jpg)
¡Qué contradicción! Varios días ya con sandalias y la primavera no se ha asomado aún a la propia naturaleza...
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